Simona no es una persona, es un concepto que va mucho más allá del café de especialidad y de la gastronomía. La mona; Simona — representa el concepto de ALDEA, apoyarnos mutuamente y crecer como comunidad. Con un corazón y una mente abiertos, Simona trasciende culturas, orígenes, idiomas y razas. Nuestra filosofía se basa en un sentido de unión; desde nuestro café, hasta nuestra comunidad y finalmente hasta la tierra, todos son bienvenidos a co-crear en el crecimiento comunitario de Simona.
Estamos profundamente agradecidos y orgullosos de tener amigos talentosos co-creando el concepto Simona y nuestra cafeteria / specialty coffee club; Ricky, Marcio y Julio en Old Town Coffee que tuestan y entregan nuestra deliciosa mezcla de café, Luis e Iñaki horneando croissants y panes cada día, Griffin que fermenta Kombuchas sabrosas, Fermín que baja de la montaña cada dos días con leche fresca de sus vacas felices. Simona el Café de Especialidad es producto de una comunidad sólida basada en el amor, la apertura y la alegría entre productores, empleados, colaboradores y clientes. Con el objetivo de apoyar y aportar valor a cada persona, animal o planta que estén involucrados en el proceso.
Simona es la cafeteria donde nadie se sentirá como un extraño, el hogar en Donostia – San Sebastián donde puedes saborear la proximidad de alimentos internacionales preparados con los mejores productos locales. Simona Café es un lugar donde las personas se conectan y las culturas se fusionan. Un lugar con una vista del mundo, una cafeteria con carácter local, un menú con acento. Porque Simona siempre te dejará con un buen sabor de boca.
Fomentamos la unión de mundos, ideas y creencias a través de una cocina dinámica. En Simona el Café de Especialidad usamos productos regionales y recetas de todo el mundo. Creando sinergias únicas con productores, colaboradores y artesanos que están orgullosos de su tierra, que respetan las estaciones y celebran la riqueza de sus sabores. Buscamos trabajar estrechamente con personas que aprecian el valor de la vida, no su precio.
